1. Inodoro
Los inodoros contribuyen a la reproducción de las bacterias. Destrúyelas con una limpieza semanal. Si lo usan varias personas, límpialo cada día con un chorrito de limpiabaños.
- En primer lugar, pulveriza limpiabaños con desinfectante en el interior y exterior de la taza. Deja unos minutos en remojo mientras limpias el exterior.
- Después, con el cepillo limpia la taza, sobre todo debajo del borde. Vacía la cisterna y, mientras el agua corre, utiliza el cepillo para aclarar lo que quede del líquido desinfectante.
- Para evitar calcificaciones o acabar con una ligera acumulación, coge un pulverizador y mezcla vinagre blanco y agua a partes iguales.
- Pulveriza la taza del inodoro y deja diez minutos en remojo. Por último, vuelve a vaciar la cisterna para arrastrar el vinagre.
- Por último, coge un trozo de papel o trapo y pásalo por el asiento para recoger cualquier salpicadura.
Como desinfectante alternativo, en la taza puedes echar cloro, pero no la dejes más de media hora pues podría dañar la cerámica sanitaria.
Nunca mezcles productos de limpieza. Están compuestos de sustancias químicas que podrían reaccionar y producir gases tóxicos.
2. Lavabo
Lo limpiaremos todos los días y, además, deberemos tener especial cuidado con los todo lo referente a los desagües y coladeras.Un cepillo para limpiar botellas y el cloro se convertirán en los aliados ideales para mantenerlos impecables. Si prestamos atención al mantenimiento estos elementos fundamentales en todo cuarto de baño, siempre lo tendremos en las condiciones adecuadas.
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